Como bien sabéis, el vaso o copa que utilizamos a la hora de tomar una determinada bebida es esencial para poder disfrutar todas sus cualidades. Cuando hablamos de vino, la mayoría de la gente sabe cual es la copa a utilizar, pero, ¿cuál es el mejor vaso para vermut?
¿Es importante el vaso para el vermut?
Comemos y también bebemos con los ojos, por lo que elegir el vaso correcto para que encaje con nuestra bebida es fundamental.
El vermut es una bebida muy aromática y de graduación elevada, razón por la que debemos elegir un vaso o copa no muy cerrados. Los vasos de tulipa abiertos son una buena opción, así como los vasos largos (en España hay costumbre de servirlos de esta manera según zonas geográficas).
¿Qué vaso elegir para vermut?
Si bien es cierto que los fabricantes de cristalería tienden a crear copas especializadas para distintos estilos de vinos, de momento, sólo se ha diseñado una copa específica para el vermut; de cáliz abierto y con fuste, parecida a la copa de agua.
Pero, ¿por qué con fuste?. Las copas con fuste ayudan a que la bebida se mantenga fría (véase la copa en V característica de Martini). Si eres de los que pone hielo al vermut puedes elegir un vaso sin fuste. El hielo contraresta el calor que se aporta al coger el vaso.
Antes de la década de los 80...
Se usaban vasos muy pequeños para los licores y vinos dulces muy aromáticos. El tamaño del vaso o copa ha ido aumentando a través de los años y es que los vasos o copas grandes realzan la importancia del aroma del vino y del vermut, con frecuencia incluso por encima del gusto. Es mucho más fácil oler una pequeña cantidad de vino en una copa grande que en una copa llena hasta el borde, este es el motivo por el cual, tanto al servir vino como al servir vermut la copa o vaso debe ser lo suficientemente grande como para dejar un espacio de aire por encima de con su contenido.
La forma y el tamaño son importantes, al igual que el grosor del vidrio y el cristal, sobre todo en lo que se refiere a sensación en la boca.
El vaso Templat
Tras haber analizado todos estos aspectos, en Vermut Templat hemos decidido optar por una de las opciones más funcionales del mercado. Un vaso abierto, sin fuste y servido con hielo (aspecto del que hablaremos en otros artículos).
Los aromas del vermut son mejor apreciados, como hemos dicho con anterioridad, en vaso abierto. Y al no llevar fuste, permite la presencia de hielo que contrarrestará el efecto de calor que despiden las manos al coger el vaso.
Finalmente es la opción práctica y aceptable, si bien, defendemos que la mejor manera de servir el vermut es sólo, sin hielo y bien frío. Aunque de esto, también hablaremos en los próximos artículos.
Esperamos que este artículo os haya servido de ayuda, a nosotros solo nos queda una pregunta, ¿brindamos?